El SSI es un paradigma de identidad que centra el control de la información propia en torno a la persona y le empodera para gestionarla, como elemento activo y consciente de interoperabilidad. 

Esta información propia se estructura en credenciales verificables diseñadas para que se puedan presentar fácilmente y verificar su autenticidad (integridad y originalidad) de forma automatizada cuando son presentadas en cualquier proceso de identificación, autenticación o autorización. El proceso es más seguro y usable, sin posibilidad de suplantación del usuario y sin tener que hacer uso de passwords ni dobles factores por SMS.

Para ello el usuario dispone de un tarjetero criptográfico para el móvil en la que recaba sus credenciales verificables de distintas fuentes y las gestiona y comparte de forma usable y segura. Estas credenciales no son solo un equivalente a mi «DNI», sino que pueden ser cualquier atributo complementario que demuestre una condición como ciudadano, consumidor, cliente, empleado, estudiante, titulado, asegurado, paciente, mayor de edad, familia numerosa, etc etc. Como los atributos están estructurados, se puede programar lógica de negocio en base a los mismos. Por eso los llamo a veces Smart Certificates.

Para el mercado de la eConfianza, el SSI va a tener especial importancia por su respaldo desde la Comisión Europea con su inclusión en el próximo eIDASv2 (según éste borrador). Este nuevo marco sitúa a algunas Verifiable ID al mismo nivel que un certificado cualificado; y además será de obligada aceptación para todo servicio online de AAPP y para servicios de empresas privadas de sectores estratégicos (banca, seguros, energía, salud) y grandes plataformas online.  .

En paralelo se está preparando infraestructura con la blockchain de la Comisión, EBSI (European Blockchain Services Infrastructure, la blockchain de las AAPP Europeas), y trabajando en definir casos de uso.